Los miedos son
realmente el trasfondo de muchas de nuestras emociones, muchas de ellas caretas
o disfraces. En realidad lo que es
siempre visible es la ira y la bronca. Por lo general, detrás de esa ira o
bronca lo que existe es una tristeza, la que en una forma sutil disimula lo
que realmente nos pasa. Miedo. ¿Miedo a que? Cada uno tendrá su respuesta, cada
uno tendrá que hacer ese pequeño ejercicio que acabo de mencionar para ver
realmente a qué le tiene miedo y le está picoteando la cabeza. Recién a
partir de ahí, de haber identificado la
verdadera razón de otras emociones que nos afectan sensiblemente, tanto a
nosotros como a los que nos rodean, que podremos hacer algo por nosotros y con
el tema que nos perturba.
Fue sobre la base
de lo anterior que leyendo el artículo de Jim Rohn, “Facing the enemies within”
me pareció que al compartirlo podría darnos algunas pautas de buen uso, al
menos para aquellos en que los miedos nos mantienen bloqueados. La traducción
es libre pero respetando su contenido.
Nadie escapa a los
miedos incluso los más exitosos en sus actividades, la diferencia es que unos
los viven como un paso y otros quedan viviendo en ellos y de esa forma
arruinando sus vidas.
Paso entonces a
compartir el articulo de Jim Rohn.
“No nacemos con coraje, pero tampoco lo
hacemos con miedo. Probablemente algunos de nuestros miedos son el resultado de
nuestras propias experiencias, por lo que alguien nos haya dicho, por lo que
leemos en los diarios. Algunos miedos son válidos, como ser el cuidado de no
caminar solo en una parte peligrosa de la ciudad a las dos de la madrugada.
Pero una vez que uno aprende a evitar esas situaciones no necesitarás vivir con
miedo frente ese tipo de circunstancias.
Los miedos, incluso
los más básicos, pueden destrozar totalmente nuestras sanas ambiciones. El
miedo puede destrozar fortunas. El miedo puede destrozar relaciones. El miedo,
si queda sin ser atendido, puede destrozar nuestras vidas. El miedo es sólo uno
de los muchos enemigos que vive merodeando en nuestro interior.
Déjame comentarte
sobre otros cinco enemigos que solemos enfrentar internamente.
El primer enemigo que tienes que destrozar
antes de que te destroce a ti es la indiferencia. Que trágica enfermedad esta
es. “Hagamos algo para dejarla pasar, que se vaya apartando y así deshacerte de
este tipo de desesperanza, este tipo de
aburrimiento, esta falta de espontaneidad”. No podemos dejarnos flotar a la
deriva. Hay un problema con dejar que las cosas queden a la deriva. La dispersión:
no puedes cargar con esta en tu camino hacia la cima de la montaña.
El segundo enemigo que
enfrentamos es la indecisión: La indecisión es el “ladrón” de la oportunidad y
de la iniciativa emprendedora. De
permanecer te mantendrá alejado de tus
chances de un futuro mejor. Toma la
espada contra este enemigo.
El tercer enemigo
interno es la duda. Claro, hay suficiente espacio para un saludable
escepticismo. No puedo creer en todo. Pero tampoco puedes permitir que la duda
se posesione de ti. Mucha gente duda del pasado, duda del futuro, duda de los
otros, duda del gobierno, duda de las posibilidades y duda de las
oportunidades. Peor aún, dudan de ellos mismos. Te estoy diciendo, la duda
destrozara tu vida y tus chances de lograr objetivos. Vaciará ambos, tu cuenta corriente y tu corazón. La duda es un
enemigo. Ve por ella. Desaste de ella.
El cuarto enemigo
dentro nuestro es la preocupación. Todos tenemos algo porque preocuparnos. Sólo
haz que esto no te conquiste. En cambio, deja que te alarme. La preocupación
puede ser útil. Si te metes de contramano en una calle por la que vienen autos,
es una buena razón para estar preocupado y rápido hacer algo para remediarlo.
Pero no puedes permitirte que la preocupación te deje como un perro
perdido y “guardarte” en un pequeño rincón. Esto es lo que tienes que hacer con
tus preocupaciones: dirígelas hacia un
pequeño rincón. Cualquier cosa que esté ahí afuera que quieras lograr, la tienes
que ir a buscar. Cualquier cosa que te esté reteniendo, tú la tienes que liberar.
El quinto enemigo
interior es el exceso de cautela. Se trata de la aproximación tímida a la vida.
El manejarse tímidamente no es una virtud. Es una enfermedad. Y si la dejas que
avance te dominará. Las personas tímidas no son promovidas. No avanzan, crecen
ni se convierten en lo que pueden valer
en el mercado. Tienes que eliminar el exceso de prudencia.
Da batalla a estos
enemigos. Da batalla a tus miedos. Construye y trabaja en tu coraje para
superar aquello que te está reteniendo, aquello que te está manteniendo alejado
de tus objetivos y sueños. Se corajudo en tu vida y en la búsqueda de las cosas que tu quieres y en la persona en la que te
quieras convertir.”
2 comentarios:
Henry, ese enemigo interno tiene la tremenda capacidad de inmovilizarte y por ello te termina anulando. Alguna vez escribí algo para cuando mi hija paso de primaria a secundaria como charla para el grado. Es en definitiva el antídoto para este enemigo interno definido en una palabra que es Arriesgarse. Por supuesto tomando siempre los recaudos y tratando de minimizar el riesgo para controlar lo mas que podemos todas las variables. te lo copio a continuación:
ARRIESGARSE
Reír es arriesgarse a parecer tonto...
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental...
Acercarse a alguien es arriesgarse a comprometerse...
Exponer los sentimientos es arriesgarse a exponerse uno mismo...
Expresar tus verdaderas ideas, tus sueños, ante una multitud,
es arriesgarse a perderlos...
Hacerse cargo, es arriesgarse a ser criticado...
Amar es arriesgarse a no ser correspondido...
Crecer es arriesgarse a vivir...
Vivir es arriesgarse a morir...
Tener esperanza es arriesgarse a desesperar...
Intentar es arriesgarse a fracasar...
Cambiar es arriesgarse a equivocarse...
Luchar por un ideal es arriesgarse a no lograrlo...
Confiar es arriesgarse a ser defraudado...
Pero vale la pena!! Uno debe arriesgarse.
Porque el riesgo más grande en la vida es no arriesgarse: La gente que no se arriesga, no se involucra, no trasciende, no es nada.
Puede evitarse el sufrimiento, el dolor, la frustración …
Pero no puede aprender, sentir, crecer, comprometerse, hacerse cargo, luchar por un ideal, confiar, cambiar, amar, morir...Ser...
Encadenados por sus actitudes, son esclavos.
Han perdido su libertad.
Sólo el que arriesga es libre.
Saludos,
Rudi
Henry me parecio muy interesante. Besos. Alli te mande un libro.
Clauida
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